viernes, 1 de octubre de 2010

La acción inactiva

¿Pueden dos personas decir la misma oración y sin embargo, no ponerse de acuerdo?

Si. Cuando Juan y Pedro dicen «es mío» respecto a un mismo objeto (un auto, un dvd, un libro), están cumpliendo la propuesta. Si bien ambos dicen lo mismo, los dos están muy en desacuerdo.

Otra curiosidad lingüística refiere a los signos de puntuación. Estos
desempeñan un papel fundamental en la determinación del significado.

Circula en la web el siguiente ejemplo:

«Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda».

Observe que si agregamos una coma después de «tiene», el enunciado dice que el «hombre» es valioso, pero si la agregamos después de «mujer», el enunciado dice que la «mujer» es valiosa.

Recién en la segunda mitad del siglo 20, alguien se dio cuenta de un hecho increíble.

Me parece que aún no hemos tomado conciencia de lo que descubrió este filósofo inglés (John Langshaw Austin, [1911-1960]).

En varias conferencias que finalmente (1955) se publicaron en un libro titulado Cómo hacer cosas con palabras, señaló que existen dos tipos de oraciones:

1) las descriptivas (María es bella) y
2) las performativas (Juro decir la verdad).

El objetivo de este artículo es poner énfasis en las oraciones performativas (realizativas), porque no describen sino que constituyen un acto en sí mismo. Mientras se están enunciando, se están realizando. Digo «juro» mientras estoy jurando.

Ahora observe cómo esta expresión lingüística puede confundirnos.

Para que sea correcta, el verbo sólo puede estar conjugado en presente del indicativo (juro), y no en futuro (juraré) ni en pasado (juré).

A veces, sin darnos cuenta, creemos realizar una acción por el solo hecho de pronunciar:

— «Desde el lunes, buscaré trabajo»,
— «¡Basta de gastos superfluos!»,
— «Año nuevo, vida nueva».

Artículo vinculado:

Pollera o pantalón

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