Para poder comunicarnos sin violencia tenemos que
desarrollar nuestra competencia lingüística.
Todos sabemos que no se puede practicar la
cirugía a oscuras.
Reconozco que este tipo de afirmaciones no se
están diciendo o leyendo por ahí, pero les pido que lo tomen en consideración
por tan solo un par de minutos.
Aunque es mucho menos obvio que «la cirugía a
oscuras», tampoco es posible resolver los problemas importantes sin hablar de
ellos, sin describirlos, sin ponerlos en palabras, sin iluminarlos intelectualmente.
Mejor dicho, es posible intentar solucionar
los problemas graves sin hablarlos pero recurriendo a la violencia, por medio
de la fuerza, el miedo, el despotismo.
Por lo tanto el tratamiento civilizado de las
dificultades, el procedimiento que excluye la violencia (física o psicológica),
requiere el desarrollo de competencias lingüísticas que no traemos al nacer.
Esas habilidades (las de poder expresarnos,
pensar, conceptualizar, comunicar verbalmente) tienen que ser aprendidas.
Aprender a caminar consiste en que alguien nos
sostenga para no caernos, pero los primeros pasitos nos salen por instinto.
Necesitamos una ayuda similar para comer porque nuestra coordinación
neuromuscular es demasiado precaria como para llevarnos la comida a la boca.
Me animaría a decir que nacemos con similar
aptitud para andar en bicicleta o a caballo, pero necesitamos una gran ayuda para
poder comunicarnos verbalmente con una eficacia aceptable.
Y acá se nos presentan dos obstáculos, que si
no logramos superarlos, lograrán conservarnos como «cirujanos de las tinieblas» (ineptos para
resolver problemas sin violencia).
Para
desarrollar nuestra capacidad lingüística y así poder pensar y comunicarnos,
necesitamos recibir educación para lo cual tenemos que estar dispuestos a
cambiar, es decir, reconocer sinceramente que estamos incompletos y que no
somos perfectos.
El segundo
obstáculo es que si decidimos cambiar (educarnos, aprender a comunicarnos),
podríamos perder a los amigos que no deseen cambiar.
Otras menciones al concepto «competencia
lingüística»:
El desPRECIO al trabajo corporal
«Alcánzame el coso ese»
Trámite para no ser un idiota
(Este es el
Artículo Nº 1.545)
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