viernes, 1 de junio de 2012

Las ventajas de conocer nuestro idioma



Adquirir un buen uso de nuestro idioma nos hace disciplinados, ordenados, previsibles, respetables y queridos.

Solemos entender menos lo que ocurre a nuestro alrededor porque carecemos del procedimiento adecuado para hacer el intento.

Debemos quitarnos la ilusión de que algún día entenderemos todo. Este es el gran error que nos aleja de captar algo sobre dónde estamos parados. La modestia de nuestras pretensiones colabora para que podamos saber lo suficiente, ignorar la mayoría de lo que ocurre, descartar los infinitos detalles que no nos importan porque no nos afectan, recordar que «lo perfecto es enemigo de lo bueno».

Obtiene mejores resultados una persona un poco distraída que una persona obsesionada con la perfección de los detalles.

Algo que también nos dificultad entender dónde estamos parados es privarnos de las simplificaciones racionales: en vez de observar a nuestra comunidad de 100.000 personas, tratemos de imaginarla de tan solo diez personas, para que los datos, las reflexiones y los razonamientos puedan ser efectuados con números mentalmente manejables.

Imagino que en nuestra ciudad somos tan solo diez personas: yo y nueve más.
¿Qué me gustaría que ocurriera en esta especie de familia?
Por ejemplo, me gustaría que nos lleváramos bien, que todos colaboraran en las tareas de cocinar y limpiar, que los gastos fueran pagados entre todos, que las actitudes de los otros nueve fueran previsibles y que no me sorprendieran con actitudes antisociales.
Es casi seguro que las personas que mejor den satisfacción a estas aspiraciones, serán las más respetadas y queridas.
Existen muchas evidencias de que las personas que mejor utilizan el lenguaje son más ordenadas, disciplinadas e informadas... más respetadas y queridas.

Cuando incorporamos el lenguaje (idioma, competencia lingüística) estamos incorporando su gramática y estamos incorporando a nuestra esencia esa actitud ordenada, disciplinada y previsible que nos hará respetados y queridos.

(Este es el Artículo Nº 1.565)

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