martes, 2 de octubre de 2012

Las leyes lingüísticas



Quienes no adquieren las competencias lingüísticas del idioma oficial, terminan excluidos del mercado laboral como si estuvieran encarcelados.

Podríamos decir que los ciudadanos estamos sometidos a diferentes códigos de convivencia, siendo el más visible aquel que contiene las leyes en materia civil, penal, comercial.

Las transgresiones a estas leyes suelen ser objeto de un juicio, de alguna demanda, de alguna penalización, privación de libertad, multas, suspensiones en algunos derechos.

Existe otro código mucho más importante que este aunque no lo parezca porque las transgresiones a sus leyes reciben sanciones menos temibles: me refiero al código de la lengua, del idioma, del lenguaje.

En cada país los estados detentan una lengua oficial, lo cual implica cumplir con la obligación de poder hablarlo y entenderlo, preferentemente en forma oral y escrita aunque el analfabetismo parece mejor tolerado que el desconocimiento del idioma.

Basta tener alguna dificultad en algún país donde no podamos hablar su lengua, para darnos cuenta cuántas dificultades de convivencia caerán sobre nosotros.

El idioma español es el segundo idioma más usado en el mundo. El más usado es el chino.

Quienes vivimos en un país donde la lengua oficial es el español, estamos obligados, por la vía de los hechos, a entenderlo y a hacernos entender con él y con ningún otro.

Esto siempre fue así pero ahora la obligatoriedad ha aumentado indirectamente porque las tecnologías de la comunicación han tomado tal protagonismo que es mucho más difícil que hasta hace diez años, ganarnos la vida y mantener una convivencia mínimamente aceptable si no podemos hablar por teléfono, si no sabemos escribir un mail o enviar un mensaje de texto.

Si los transgresores de las leyes penales terminan privados de libertad, quienes no adquieren las competencias lingüísticas del idioma oficial, terminan excluidos del mercado laboral como si estuvieran encarcelados.


No hay comentarios: