martes, 2 de octubre de 2012

Los proyectos y su realización



   
Para algunas personas describir un proyecto equivale a realizarlo y no logran comprender la causa de sus pobres resultados.

En varias ocasiones compartí con ustedes comentarios referidos a la generalización que nuestro cerebro puede hacer cuando confunde el todo con la parte (metonimia) (1).

También he utilizado varias veces la polisemia, («Pluralidad de significados de una palabra o de cualquier signo lingüístico.»), para señalar cómo el lenguaje nos induce a entender mal la realidad.

Las mujeres son personas tan importantes para todos que, para que no nos abrume tanto protagonismo, algunos (hombres y mujeres) necesitan descalificarlas... como quien le agrega agua a una bebida demasiado concentrada.

Ellas son tan abrumadoramente importantes porque cronológicamente están en los cimientos de nuestra psiquis en tanto fueron las que hicieron los aportes fundacionales, las que instalaron en nosotros las primeras sensaciones, sentimientos, lenguaje.

Aunque todo nuestro funcionamiento psíquico es importante, les comento algo que nos ocurre con el lenguaje.

Así como creemos conocer a las mujeres porque conocemos a nuestra madre, o creemos saber de literatura porque una vez leímos una novela, también tendemos a suponer que describir un proyecto es igual a su cumplimiento, anunciar que haremos algo equivale a darlo por realizado.

El refrán «Perro que ladra no muerde», alude elípticamente, (salteándose algunas explicaciones), a esas personas que no hacen otra cosa que hablar, prometer, discursear.

En otro artículo (2) les comentaba que podemos aislar dos tipos de trabajadores: los que responden a estímulos exteriores (hambre, oportunidades, lucro) y los que responden a  estímulos interiores (fantasías, sueños, proyectos).

Esa particularidad que tiene el lenguaje de significar muchas cosas (polisemia) y la sensación, que provoca en muchas cabezas, de confundir una acción con su descripción verbal, no permiten entender por qué las mejores ideas pueden terminar en increíbles fracasos (económicos, laborales, políticos).

           
(Este es el Artículo Nº 1.678)

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