Hablemos de verbos.
Son palabras que entre otras cosas indican una acción, pero aprender todo lo que significan en nuestro idioma puede tomarnos años de estudio.
Cuando alguien nos habla podemos adoptar varios estados de ánimo. El más frecuente es el de «atención», usado por ejemplo cuando estamos perdidos en una ciudad y alguien nos indica cómo orientarnos.
Otra forma de escuchar es la «distracción defensiva», usado por ejemplo cuando intuimos que alguien no nos habla a nosotros sino que lo que desea es escucharse. Es el parloteo vacío, carente de interés, errático.
En psicoanálisis se utiliza la «atención flotante», que consiste en tratar de oír qué nos dice el paciente además de lo que quiere decirnos deliberadamente.
Existe la convicción de que los seres humanos no hablamos sino que «somos hablados».
Por eso el modo condicional de conjugar un verbo significa varias cosas, pero una de ellas es bastante divertida.
Observemos la conjugación en modo condicional de algunos verbos:
— yo hablaría;
— tú terminarías;
— él saludaría;
— nosotros podríamos;
— vosotros querríais;
— ellos saldrían.
La fórmula consiste en tomar el verbo en infinitivo (hablar, terminar, etc.), y agregarle ciertas terminaciones. (1)
Hay personas que le tienen alergia a este modo de conjugar los verbos. Les cambia el humor cuando alguien les habla usándolo.
Esta forma de hablar puede denotar una actitud irresponsable. Hablan así quienes no están seguros de lo que dicen, o no se comprometen con sus dichos, quizá quieran «lavarse las manos», no involucrarse.
Es un estilo poco serio.
Y sutilmente lo dicen porque como habrá observado, la terminación en rojo no es otra que el verbo reír.
(1) Con los verbos irregulares (poder, querer, salir, etc.), la fórmula se cumple pero con una pequeña modificación.
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martes, 4 de mayo de 2010
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