
Todos los seres vivos tienen que interactuar eficazmente con la naturaleza que los rodea para poder sobrevivir.
Las mencionadas características de nuestra especie permiten suponer que el lenguaje es una forma de comprender la naturaleza porque mediante las palabras podemos representarnos cada cosa, cada situación. Podemos describirla, comentarla y así logramos —entre todos— un cierto dominio sobre el entorno.
Pero en realidad tenemos dos lenguajes: el de las palabras y el de los números. La matemática es un lenguaje que nos permite comprender y comunicar las dimensiones, proporciones y lógicas que existen dentro de este entorno natural que tenemos que conocer para poder sobrevivir.
Cada uno de nosotros gana en posibilidades de vivir dignamente cuanto más conoce estos lenguajes: el idioma y la matemática. Quienes no entienden de matemática, son rengos y quienes hablan español e inglés, tienen dos piernas derechas, pero también renguean.
Si algo de esto fuera cierto, acá tendríamos otra causa de la «pobreza patológica» porque los sistemas educativos tienen muy poco éxito en la enseñanza de nuestro idioma y de las matemáticas.
●●●
No hay comentarios:
Publicar un comentario