Hay animales con ambos ojos al frente y animales con ambos ojos a los costados.
Los primeros son depredadores mientras que los segundos son depredados y sirven de alimento de los primeros.
El campo visual de los animales que sirven de alimento a los que tenemos los ojos ubicados en un plano frontal es mucho mayor. Ellos pueden ver prácticamente todo lo que sucede a su alrededor. Los atacantes sólo podemos ver hacia adelante.
Dicen además que el ser humano se diferencia del resto de los animales porque es el único que habla. Si bien algunos se comunican por sonidos o señales visuales u olfativas, el lenguaje humano es particularmente complejo.
Cuando pensamos y cuando nos comunicamos usamos palabras: «Voy a levantarme ahora porque de lo contrario llegaré tarde a la cita», tanto puede ser un pensamiento como una comunicación.
Pensar usando palabras equivale a mirar un gran paisaje a través del caño de una escopeta. Sólo podemos ver fragmentos muy pequeños de algo muy grande.
Si mirar un gran paisaje de a pequeños pedacitos nos hace perder toda noción del paisaje completo, pensar hablando nos hace perder toda noción de las ideas generales, de los conceptos importantes, de los contextos.
Solemos criticarnos cuando decimos que «no vemos el bosque por mirar un sólo árbol».
En suma: pensamos juntando pequeños conceptos y es muy difícil saber cómo es el todo. Somos animales hablantes que sólo podemos pensar de a poco y tenemos los ojos al frente así que no podemos ver hacia atrás.
Resumo: tenemos un campo visual restringido y pensamos de forma fragmentaria, por lo tanto nuestra noción de realidad tiene motivos para ser menor que la deseada.
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martes, 4 de mayo de 2010
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